jueves, 4 de agosto de 2011

la sombra de PETER PAN...



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Hoy, como cada día, aborrezco y maldigo esta existencia de polvo y derrames. Creo intuir el tintineo de Campanilla, pero sé que sólo es un rumor  de mi imaginación. Estoy loco, estoy perdiendo la cabeza y el verde sombrero.
Qué lejos queda la isla y mis andanzas con los niños y los piratas y los indios.
Este traje verde oliva es absurdo. Es una bufonada y para nada sienta bien con mi barba blanquecina y mi artrosis reumática.
Soy un paria, lo sé. Todos los que me miran dibujan es sus ojos lástima u odio.
La eterna juventud, ahora lo sé, es una leyenda. Un falso mito. Es, como poco, inaguantable.  Tal vez tan absurda como buscar sexo en este asilo.

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En el centro para la tercera o cuarta edad,
Todos te miran, P.P. No es por desconfianza
Ni porque hables de aquella isla de Nunca Jamás
Que tal vez sólo es Nunca Más o Nunca Quizás.
No. Es por la inefable manía de esconder tu sombra,
Por confundir a las enfermeras más jóvenes con hadas,
Por sentir todavía la ingravidez de una juventud soterrada
Y caduca.
Ah,  viejo Peter.,  P. , continuas siendo tan viejo
Como tú mismo, has dejado tanto atrás.
Wendy  sigue luciendo flores en su sepultura, eso sí,
Y los niños, ahora carniceros y abogados, están bien.
Mañana vuelvo, a reñirte por olvidar
Tus medicinas, a verte,
 Sí, mañana he dicho, Tápate que hace frío
Y ahora, sí que el tiempo huye descolorido..

Pedro Pujante. Dramatis Personae (2011)

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