domingo, 24 de febrero de 2013

RESEÑA DE 'ACABO DE MATAR A MI EDITOR' DE ANTONIO PARRA SANZ






Hay escritores que sacrifican el estilo en beneficio del argumento. O, al contrario, encriptan la trama a favor de unas cuantas metáforas o florituras retóricas. El verdadero arte de escribir es probablemente mantener un equilibrio entre el continente y el contenido, entre el qué contar y el cómo hacerlo. Y eso es lo que consigue Antonio Parra Sanz (1965) en su última novela Acabo de matar a mi editor.
Sustentado en un andamiaje de oraciones perfectas, una armoniosa dicción y con una precisión de relojero, Parra Sanz consigue construir una novela redonda, entretenida, con un argumento que subyuga desde las primeras líneas y que no nos permite abandonar hasta el final. Como una cuña literaria, la narración, cuyo título ya nos advierte de parte de su hilo argumental, se va cerrando y aproximando a un inevitable aunque imprevisto final.  García Márquez comenzaba Crónica de una muerte anunciada de este modo: ‘El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana…’. Con procedimiento análogo, Parra Sanz nos adentra en esta magistral novela cuya primera y admonitoria frase no es otra que su título: Acabo de matar a mi editor.
Jaime Loynaz es un paria, un aspirante a escritor que sería capaz de vender su alma al diablo, tal vez sin saberlo, para conseguir escribir la gran novela de su vida. Envuelto en una existencia gris y prosaica que asfixia sus ambiciones literarias tratará de recomponer su mundo, en busca de su destino de escritor, a pesar de que en su empeño le vaya su propia vida y la de su familia. Narrada en primera persona el hábil lector pronto advertirá la multiplicidad de significados  y lecturas que esta novela es capaz de ofrecer. A pesar de que se tiende a empatizar con el protagonista-narrador no se puede evitar censurar sus actos y pensamientos. Ahora, después de haber leído este libro, todavía me pregunto: ¿es Jaime Loynaz un loco, un ser obsesivo, una víctima de su entorno, un genio, un asesino, una buena persona, un soñador, un ser mediocre, un amigo, un engendro? En definitiva un ser complejo que deja abiertos muchos interrogantes en el lector.
Una novela de factura falsamente realista, con grandes dosis de análisis sicológico, giros, introspección y crítica social (sobre todo crítica al mundo editorial y literario) revestida de fino e inteligente sarcasmo. También hallamos un juego metaliterario en el que  aparecen grandes obras y personajes prototípicos de las Letras como La Celestina, Alonso Quijano, Don Juan o la longeva Úrsula Iguarán, la matriarca de los Buendía. También realiza Parra Sanz una somera aproximación al mundo paraliterario: concursos amañados, editores usureros, escritores en ciernes, catedráticos desesperados por el reconocimiento , y el éxito literario como inalcanzable telón de fondo de esta comedia humana que es el mundo editorial.
Para acabar sólo apuntar que Antonio Parra Sanz ha sido capaz, tal vez sin proponérselo, de traspasar los géneros literarios y pergeñar una deliciosa narración con diferentes niveles de lectura en la que su original, potente y personal voz brilla con luz propia.

2 comentarios:

  1. Pelín abrumado por semejantes palabras, te mando mi abrazo más cordial, junto con mi agradecimiento.

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  2. Esta reseña capta perfectamente el arte de la novela ;)

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