Cuando hablamos de literatura solemos fijamos en autores, en
sus obras, corrientes, vanguardias o incluso premios literarios. Sin embargo
son pocas las ocasiones que ponemos nuestra atención en un sello editorial. No,
no voy a hablar de Planeta. ¿Por qué habría de hacerlo?
Hablaré de otra casa más lujosa y pequeña. ¿Y por qué
hablar de una editorial? En Cátedra, por citar un claro ejemplo, se rescatan
clásicos de la literatura universal y en Valdemar se hace un intenso acopio de
títulos de libros de terror, fantasía y ciencia ficción. De algún modo algunas de estas casas editoriales sirven de
caleidoscopio y foco de concentración de obras, autores o corrientes
determinadas que definen un género o que marcan un canon de lectura. Ayudan a
radiografiar según qué rama o género literario. No creo que sea casual que
el escritor y crítico literario Vicente
Luis Mora identifique en su blog bajo el epígrafe titulado ‘Mi canon es este’ una lista de
editoriales, sus editoriales insignia.
Pero vamos a lo que vamos.
Aquí en Murcia varios
proyectos editoriales han surgido en los últimos tiempos. También son
numerosas, y cada vez más, las editoriales de afuera que se hacen eco de
emergentes escritores murcianos, los premian y editan. Por ejemplo la editorial
madrileña Irreverentes. Una casa independiente fundada y dirigida por el
incombustible y proteico Miguel Ángel de
Rus, que apuesta por un criterio estético y literario de calidad y que huye
de las modas, los bestseller y los
autores televisivos chirriantes. En su catálogo se pueden rastrear a escritores
españoles de la talla de Ramón J.
Sender, Francisco Umbral o Francisco Nieva. O extranjeros celebérrimos: Noah
Chomsky, Bulgakov o Jack London…
Pero quiero hablar del presente y de Murcia. O sea, del futuro que se fragua aquí en nuestra ribera del Segura.
Pero quiero hablar del presente y de Murcia. O sea, del futuro que se fragua aquí en nuestra ribera del Segura.
En la nómina de autores murcianos contemporáneos que
conforman las filas irreverentes podemos
encontrar a José Antonio Molina,
profesor de Historia Antigua de la Universidad de Murcia. Con Irreverentes ha
publicado en 2014 una cuidada traducción de Espíritus elementales de Heine. Obra
capital para conocer el folklore centroeuropeo que fue escrita hace ya casi
doscientos años.
Francisco Javier
Illán, poeta,
editor y escritor, entre otras muchas cosas escribió un libro de desasosegantes
historias del más clásico terror con mimbres mediterráneos: La isla y otros relatos (2013). También
ha participado en la celebrada antología 2099,
en la que insignes escritores –Ray Bradbury, Philp K. Dick o Julio Verne-
fueron incluidos. En esta antología y su feliz secuela 2099-b (a carga también de Illán) se concentra un surtido número de
autores de la tierra. Por nombrar unos pocos, Juanje López, Salvador Robles Miras, Juan Vivancos
Antón o Pedro López Manzano.
El molinense José
María López Conesa, tras ocho novelas, es su obra Crimen en la Torre de Montijo (2013) cuando consigue un notable
éxito y reconocimiento. Una novela negra ambientada en una zona rural que según
el autor escuchó de su propio padre y que la crítica ha comparado con los
misterios de Agatha Christie.
El filósofo y teólogo Bernardo
Pérez Andreo, nacido en Nimes es
en la actualidad Profesor Titular de Teología en el Instituto Teológico de
Murcia. Ha escrito diversas obras de carácter divulgativo. Quizá uno de sus
títulos más interesantes lo podamos encontrar en el ensayo Decodificando a Jesús de Nazaret (2010), una obra en la que analiza
la figura histórica del más controvertido personaje de todos los tiempos.
Y no me puedo olvidar del poliédrico Pedro Amorós. En Irreverentes se ha publicado casi toda su obra;
por ejemplo, su ensayo Jano ante el
espejo (2011), libro sobre el tema de la dualidad en la literatura que le
valió el Premio Rara Avis de ensayo. También se alzó con el premio Oscar Wilde de
Novela breve con La extraña victoria (2013),
la vida novelada de un murciano desde la posguerra hasta nuestros días. Es
autor de cuentos, artículos y en Irreverentes vio la luz la obra de teatro Beatriz Cenci, una historia romana
(2009). Mientras escribo estas líneas me dicen que en breve también aparecerá
su ensayo La tradición en Platón, que
será prologado por el principal experto mundial en Platón, Luc Brisson.
Sin querer ahondar más en este club de irreverentes
letrados que ha apadrinado la editorial
madrileña se puede hacer el lector una idea de la proyección discreta pero
intensa que nuestros escritores comienzan a desplegar. Quizá aquello de que
Murcia era un terruño, una isla distante en la que la cultura no tenía lugar
haya pasado a ser un tópico desfasado que poco tiene que ver con la realidad.
Y no acabaré sin comentar que los libros de Irreverentes son diligentemente cuidados, personalizados y elaborados con gusto y mucha atención. Objetos deliciosos que invitan a ser manoseados, olisqueados y leídos.
Sirva esta reseña como invitación a la lectura variada e
interesante de escritores irreverentes y murcianos.
Amigo Pedro, ¿puedes poner los iconos para compartir directamente desde tu blog a las redes sociales?
ResponderEliminarGracias por la reseña. Que vivan los irreverentes
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