sábado, 15 de julio de 2017

CARTA SOBRE LOS CIEGOS PARA USO DE LOS QUE PUEDEN VER, de Mario Bellatin

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Resultado de imagen de carta sobre los ciegos mario bellatinComo en otros textos de Mario Bellatin Carta sobre los ciegos… se apropia de los modos discursivos de otros formatos, en este caso, la carta. Este es una de tantos mecanismos que utiliza el autor mexicano-peruano para configurar su prosa como un simulacro. Recordemos, por citar tan solo dos ejemplos, El libro uruguayo de los muertos, que también se desplegaba como una extensa carta; o Jacobo el mutante, una supuesta rescritura de una novela de Joseph Roth. Aunque pronto descubrimos que esta misiva no es tal, sino que el relato consiste en la comunicación –más bien un monólogo– que se establece entre dos hermanos ciegos y sordos. La hermana, quien logra oír muy débilmente, a través de un aparato que los conecta, le da cuenta a su siamés de lo que acontece a su alrededor. Ambos viven, sumidos en una oscuridad atroz, en la Colonia de Alienados de Etchepare. Allí, en el siniestro pabellón de naturaleza semiclandestina, vallado con alambres eléctricos, reciben la visita de un escritor que se propone hacerles escribir un texto en conjunto. Un escritor anónimo de escaso éxito pero que reflecta la imagen distorsionada del propio Mario Bellatin: estudió cine, es “físicamente deforme” y ha escrito un gran número de libros.
El relato, en definitiva, consiste en el discurso ininterrumpido y ansioso de esta hermana, que se dirige a su hermano, en un monólogo alternado por la dulzura y la perversión, en el que como un ritornello, retoma una y otra vez, de  modo obsesivo los mismos temas: los perros mandados sacrificar por Mohamed, la presencia de la madre, una historia sobre un barco que naufragó, el acecho de ratas, las violaciones, el incesto, la escritura como acceso y deformación de la realidad.
Bellatin recrea un universo de detalles mínimos que logra trasmitir una angustia asfixiante y enrarecida, en el que lo grotesco no solo se manifiesta argumentalmente. La estructura monótona del discurso también coadyuva a plasmar esa sensación de malestar. Las vagas y subjetivas referencias al mundo exterior pierden su calidad mimética y despojan de sentido cualquier intento de aproximación a la realidad: fotógrafos ciegos, androginia sexual de una narradora con pene o jaurías que atacan a los pacientes de este centro para lunáticos que deviene escenario distópico en un mundo carente de toda referencia espacio-temporal.
Además, las referencias literarias desdibujan también los contornos y dificultan una lectura realista de Carta sobre los ciegos.... Bellatin acude a Kafka, Lydia Davis, Diderot o sus propios textos pero deformando los vínculos, recreándose en lo apócrifo y lo marginal para enrarecer un texto que ya de por sí se muestra anómalo.
Raro, inquietante y perverso, este último episodio de la Enciclopedia Bellatin nos descubre un ángulo más de la poliédrica figura de un escritor sorprendente y único en su especie: “bienvenidos al infierno místico y grotesco de Mario Bellatin”


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