Dios apagó su último cigarro y comprobó con tristeza que su última botella de ron había sido consumida. Miró el calendario: era lunes. La resaca era tremenda y casi no era capaz de recordar que había pasado toda la semana realizando un pequeño experimento con barro, delirio, aire, luz y palabras.
Este microrrelato fue finalista en el I Concurso de Microrrelatos Acens 2011 y fue incluido en la antología 'Bocados sabrosos'.
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