domingo, 8 de octubre de 2017

UN PASEO POR LA DESGRACIA AJENA, JAVIER MORENO

PUBLICADO EN LA OPINIÓN DE MURCIA, SUPLEMENTO LIBROS, 30-9-2017

Los artefactos narrativos de Javier Moreno se han caracterizado por un realismo expresionista, una cuidada prosa al servicio de la inteligencia y una capacidad inusual para convertir relatos de aparente trivialidad en piezas de arte contemporáneo, cuyo significado es siempre múltiple, abierto y en constante diálogo con el lector. Estos cuentos aquí reunidos también participan de las características habituales que Moreno ha logrado imprimir en sus novelas anteriores: ironía brutal, una lúcida mirada con la que analiza la sociedad en la que vivimos, además de un estilo hipercorrecto con el que se disfruta con el simple y mecánico hecho de leer.
En estos cuentos, que como el título anuncia, esbozan un tratado sobre la desgracia de los seres contemporáneos, encontramos una sutil tensión que se despliega, a pesar de contener un sinfín de emociones con la habilidad de un narrador compacto, solvente pero frío y distante. Moreno acude al interior del ser humano del siglo XXI para indagar sobre sus neuras, temores y obsesiones. Y, como toda literatura que aspira a ser un objeto compartido de ideas y símbolos, logra reflejarnos a nosotros mismos, con nuestras miserias cotidianas y nuestras desdichas. En este sentido, el adjetivo “ajena” del título resulta casi una broma macabra y otra de las ironías del autor, porque en realidad, todos nos sentiremos partícipes del phatos de los personajes-marionetas de este libro. Y adjetivar de marionetas a los personajes de esta antología no es casual ya que como si de una puesta en escena se tratara, algunos de los cuentos que leemos parecen participar de la textura de performances. Funcionan como artefactos no tanto narrativos sino como fragmentos de un espectáculo que se exponen en una galería virtual, cuyos vínculos con la realidad están mediados por las nuevas tecnologías: redes sociales, teléfonos móviles y aplicaciones innovadoras que nos (in)comunican.Resultado de imagen de paseo por la desgracia ajena moreno
Son diversos los argumentos, pero en general se puede hacer una lectura transversal que los unifique. En cada uno de estos cuentos encontraremos la incapacidad cada vez más acuciante de comunicarnos entre nosotros, lo que en el fondo, deviene en una falta de comprensión de nosotros mismos. Y sobre todo, la sensación de que estos actores librescos tratan de luchar sin demasiado éxito contra sus contrariedades, en entornos habituales pero que las circunstancias los vuelven inhóspitos. La crónica de un accidente anunciado, los avatares de unos niños que juegan bajo la desatenta de sus padres, un coche fúnebre que se empeña en celebrar una carrera de velocidad, un premio que recuerda la Fábrica de chocolate de Burton pero en versión beckettiana o las enigmáticas y bellas vampiresas que celebran la muerte capturándola en selfies macabros.
La muerte, de hecho, está también presente en algunos de los cuentos. Es curioso el relato “Gota de ámbar”, en el que todo es insinuado y terroríficamente banal; “El arquitecto y la modelo”, una pieza en la que un artista trata de atrapar la efímera arquitectura del cuerpo femenino hasta que él mismo queda atrapado en la nefasta construcción del amor; o “Phoenix”, un texto semiepistolar, que nos habla de un sistema mediante el cual se puede mantener comunicación con tus seres queridos tras la muerte.

Moreno reactualiza el presente y convoca la propia realidad para desplegar un mosaico en el que los resquicios más atávicos del ser humano y la hipertecnificación más acuciante se imbrican, convirtiendo nuestra sociedad (la que Moreno presenta) en un selfie desdichado de cada uno de nosotros. Breves textos, que al modo de apps diseñadas por un filósofo  tratasen de ordenar el caos de un mundo abocado a la desgracia.

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