DOS SUEÑOS
RECURRENTES
SUEÑO INFINITO
DE JUAN HURAÑA
Juan Huraña
entra en la consulta de su psicoanalista. Como tantas otras veces. Toma
asiento. Sin mediar palabra le comenta: doctor, ayer soñé que entraba en esta
misma consulta. Era consciente de que era un sueño, y al preguntarle si eso
podía ser un sueño infinito, usted me respondía: “Sí, Juan, lo es”. ¿Es esto un
sueño infinito, doctor? Sí, Juan, lo es.
***
VERGÜENZA
La encuentro de camino a casa. Conduce su
bicicleta azul. Me acerco a ella con arrojo. La tomo del brazo. Se detiene. Le
susurro que la noche anterior he soñando con ella, que nos hemos besado
apasionadamente y que un romántico sentimiento se apoderaba de ambos. Ella me
mira sorprendida por mi atrevimiento pero agradada por la revelación y la sinceridad de mi gesto. Sonríe levemente,
me besa en los labios con fuerza, y despierto. Ese mismo día la veo de camino a
casa. Conduce su bicicleta azul y no le digo nada por vergüenza.
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