Pedro Pujante
El absurdo fin de la realidad
Ediciones Irreverentes, 2013
Orentes
es un pequeño núcleo urbano de la Región de Murcia, una pedanía de
Murcia capital, localidad junto al mar, que basa su economía en el
pimentón, las hortalizas y la cerveza... y que va a recibir la visita de
una nave espacial, todo un acontecimiento que revolucionará a los pocos
vecinos que viven en ella.
Así
nos presenta su localidad el narrador de esta novela-diario, uno de los
siete escritores del Casino que se disputan el título de Escribano
Público y, cuya referencia a "meteoritos enormes", tanto me ha recordado
cierta localidad murciana, a unos diez kilómetros de Murcia capital,
donde ocurre algo parecido, para hazmerreir del resto... Pero volvamos a
Orentes, donde el narrador nos confiesa, en la primera línea, que acaba
de enterarse del Gran Acontecimiento de la llegada de los
extraterrestres a su pueblo, un honor que ya han disfrutado Nueva York y
Castellón de la Plana, y que decide -para eso es el alcalde pedáneo-
preparar un discurso de bienvenida. Y, ni corto ni perezoso, nos va a
contar en su diario todo lo que se le va ocurriendo hasta la Gran
Llegada... claro que, aprovecha para ir confundiéndonos respecto al
pueblo, a él, al alcalde, a los vecinos, a esa colectividad de
escritores del Casino...
Tal
vez sea porque "en los diarios siempre escribimos estupideces que nos
reconcilian con nosotros mismos", sea por lo que nos va relatando cómo
prepara el discurso de bienvenida a los extraterrestres, lo que en
principio parecía facil, pero que se convierte en toda una aventura
relacionada de anécdotas, lecturas, películas, música... Cortázar,
Baroja, Sanchez-Dragó, Unamuno, Shakespeare, Voltaire, Mishima, Bukosky,
Pérez Reverte (estos dos últimos convertidos en dobermans sarnosos),
Dickinson, Ana Frank, Cervantes... pero también un anónimo en la cola
del paro. El narrador nos acercará a la cultura en todo un ensayo de
metaliteratura, mientras nos acercamos a un sorprendente final que,
posiblemente, nos dejará helados. O, mejor dicho, encerrados en un
inesperado mundo mientras se transforma todo cuanto rodea al narrador,
mientras el reloj de la iglesia sigue marcando el tiempo hacia atrás...
El
destino de Orentes comienza a ser alterado conforme se acerca la Gran
Llegada, y esa es la sorpresa que el autor, o el narrador, que no sé
dónde comienza el Narrador y donde Pedro Pujante, nos depara hacia el
final de esta novela, ganadora del I premio 451 de novela de ciencia
ficción, convocado por Ediciones Irreverentes. Y digo esto porque el
Narrador nos dice, casi en palabras de Pujante, que "con los escritores
ocurre lo mismo. Todos escribimos una autobiografía", mientras los días
pasan "lentos como caracoles heridos sin memoria".
Todo
lo contrario que la presente novela. Gracias a su estructura, de
capítulos breves, narrativa directa, citas culturales y literarias,
llevan al lector a una velocidad de vértigo hasta la sorpresa final...
¿O ya nos la esperábamos en nuestra condicion de humanos, "mendigos en
la vigilia pero dioses cuando soñamos".
Os recomiendo subiros a la Nave con Pedro Pujante y descubrir El absurdo fin de la realidad.
Francisco Javier Illán Vivas
ACANTILADOS DE PAPEL
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