LA MANO DE MIDAD
ANTONIO PARRA SANZ
EDITORIAL AMARANTE, 2015
Al parecer el género detectivesco
está de enhorabuena en Murcia. Recientemente, el triunfo de Víctor
Ros de Jerónimo Tristante. Y ahora llega a nuestras lindes un nuevo y
peculiar investigador: Sergio Gomes.
El detective Sergio Gomes llega a
Murcia a pasar lo que prometían ser unas
apacibles vacaciones en el Hotel Entremares, en La Manga. Descanso, buena dieta
y nada de trabajo. Sin embargo, un caso, en apariencia sencillo, se cruza en su
camino, la muerte de Benjamín Blaya, ¿un accidente, un suicidio o quizá un
crimen? La policía ya ha dado carpetazo al asunto, pero este empecinado
detective no cejará hasta recomponer todas las piezas del puzle de esta
misteriosa muerte.
Las investigaciones de este
peculiar detective, de mirada vitriólica
y carácter descreído, conducirán al lector a través de un sinfín de aventuras
por estampas de una Cartagena reinventada, frecuentando una galería de
personajes peculiares, oscuros y poliédricos, y situaciones de lo más
extravagantes, hasta concluir en la resolución de un caso que no es lo que
parecía.
Varios son los aciertos de este
libro, deudor de la novela negra clásica y del cine noir norteamericano, de quien recoge una factura visual de alta
definición. El primero, como ya hemos ido comentando, su prosa equilibrada, que
a golpe de frase, construye un artefacto narrativo sin fisuras y suave por el
que el lector se desliza sin aparente riesgo. En segundo lugar, la mirada de
Antonio Parra Sanz disecciona con ironía, mordacidad y espíritu
sherlockholmesiano nuestra sociedad y sus aristas: política, economía,
urbanismo, tráfico de drogas y de
material arqueológico, inmigración, prostitución, fraude, política, corrupción…
Por otro lado, su lupa arroja luz sobre la silueta siempre difusa del alma
humana y nos muestra su desnudez y los
entresijos de nuestras propias miserias cotidianas: el miedo a la soledad, la
banalidad del mal, el odio, la envidia, el éxito y sus consecuencias, el amor,
el deseo no correspondido y sobre todo la avaricia, asunto central, que toma
del rey frigio Midas, su célebre leyenda
como símbolo ineludible.
Como todo buen libro, La mano de Midas presenta varios
niveles de lectura. Es un juego, un entretenimiento, quizá, como diría Borges,
la única función a la que debiera aspirar la literatura. También es una honda y
lúcida mirada a nuestra realidad, al presente y al ser humano que en ella
habita. Una mirada que no es inocua, que hará reflexionar y que, alejada de
maniqueísmos, nos plantea cuestiones nada cómodas: ¿cómo es posible que un ser oscuro
sea también alguien compasivo, con sentimientos puros? ¿Es más valiosa una vida
que la otra? ¿Qué estarías dispuesto a hacer por amor?
Que cada lector elija su lectura,
en todo caso, La mano de Midas, las
contiene todas.
Uno de los mejores libros de esta
temporada.
Un millón de gracias por tus palabras, Pedro, y por tu mirada sobre la novela.
ResponderEliminar