viernes, 13 de marzo de 2020

HOGUERA PRIMIGENIA



Resultado de imagen de hoguera 
               
El mundo nos resulta tan difícil de comprender que nos inventamos historias para explicárnoslo. Es tal la complejidad de la realidad en la que vivimos que la estructuramos mentalmente a través del lenguaje. La palabra, en definitiva, es la herramienta con la que damos forma a nuestra realidad. Leemos nuestro entorno e, invariablemente, lo traducimos a palabras, a símbolos y códigos arbitrarios, lo convertimos en palabras. El lenguaje del mundo es vasto e indescifrable, por eso hemos inventado los idiomas: para simplificarlo, leerlo en una versión adaptada y así comprenderlo.
Más misterioso aun es cómo hemos llegado a elaborar el lenguaje poético, la retórica de la ficción y, a la postre, las convenciones literarias. Cómo hemos construido toda una sociedad y una cultura a partir de una hoguera primigenia y unos cuantos relatos legendarios con los que dar sentido a la realidad. Nuestra sociedad es una hoguera expandida en círculos concéntricos, una onda expansiva alrededor de un fuego antiguo.
 Es un misterio bello pero el hombre desde que es niño configura su mundo con historias, aprende a relacionarse construyendo una narrativa de la realidad. Como sabemos, desde el origen más remoto de nuestra existencia, contar historias ha sido una actividad que nos ha acompañado y que nos define. Hemos perfeccionado el relato, somos más sofisticados que los habitantes de las cavernas de Atapuerca  y nuestras hogueras primigenias son ahora las novelas de Stephen King, performances vanguardistas y Netflix, pero seguimos reuniéndonos alrededor de ellas con el mismo fervor que antaño.
No sabemos a ciencia cierta el porcentaje de humanos que sienten la necesidad de convertirse en narradores (cineastas, escritores o poetas), pero ellos son los hechiceros que siguen alimentando la hoguera primigenia. Gracias a ellos se continúa la tradición milenaria de contadores de historias y la gente puede soñar con islas inventadas y enamorarse de seres inexistentes y abrazar un lenguaje que va más allá del lenguaje. Los narradores son los Virgilios que guían al resto de los mortales hacia el otro lado de la realidad, son los mensajeros entre este mundo terrenal y el universo infinito de la ficción. Un mundo que no es antagónico a este, sino que lo enriquece y lo carga de pleno sentido. La tarea del escritor no es desvirtuar la realidad sino todo lo contrario: fortalecerla, reconstruirla con símbolos más complejos y reformularla. En definitiva, los escritores de ficción son los responsables de hacer comprensible lo insólito, dar forma a lo incognoscible y articular una realidad que está más allá de esta realidad prosaica nuestra. Vivir en la ficción es vivir dos veces.
 No sabemos cómo será la literatura del futuro. Precisamente porque se está gestando ahora, mientras el resto de los mortales se dedica a sus tareas cotidianas. Legiones de contadores de historias pergeñan ahora sus fantasías, construyen mundos en los que habremos de vivir imaginariamente mañana. No sabemos, digo, cómo será la literatura del mañana: si se seguirán publicando cuentos en papel, si la gente leerá novelas o se conectará a una plataforma global a construir relatos comunitarios; si recitará videopoemas en un aparato electrónico o si las biografías se traducirán a imágenes tridimensionales. Pero tengo la firme certeza de que, de un modo u otro, seguiremos escribiendo relatos para que este mundo sea un lugar mejor. Tengo la certeza de que seguirá habiendo personas a las que les aguijoneará el pálpito de la creación y no desatenderán la llamada.
Crearán y mantendrán viva la llama del fuego primigenio.

1 comentario:

  1. ME HA GUSTADO MUCHO. "Nuestra sociedad es una hoguera expandida en círculos concéntricos, una onda expansiva alrededor de un fuego antiguo" Una idea especialmente sugerente para mí: el calor del fuego y su simbolismo;las personas reunidas compartiendo la memoria y la vida, "encendidas" por la emoción...Tambien me encanta el significado que das a la función del escritor y de la escritura. Muy bello texto Pedro. Cargado de esperanza y de luz en la palabra escrita. Gracias.

    ResponderEliminar

DEJA AQUÍ TU COMENTARIO