El exescritor Rubén Castillo explica en el blog LIBRARIO ÍNTIMO cómo en la "maraña de sueños dentro de sueños, de realidades bifurcadas o neblinosas, de laberintos y trampantojos, tienen que moverse los personajes de la novela Las suplantaciones, de Pedro Pujante.
Al principio, el nivel de anormalidad se tiñe con unos colores “tolerables”, merced a la colaboración de Franz Kafka (el protagonista acude a Praga y se encuentra con la sorpresa de que su primo se ha convertido en un gelatinoso insecto). Pero muy pronto las cotas de trastorno alcanzan unas dimensiones difíciles de asimilar (el protagonista descubre que los demás no son quienes dicen ser, y que tampoco él resulta ser quien pensaba). A partir de ahí, el nivel de confusión crece, los planos se mezclan, y nadie sabe muy bien si está viviendo una pesadilla, si se ha vuelto loco o si tal vez la realidad ha comenzado a involucionar o deformarse".
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